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(O seah)
Solo el mundo,
Ante el mundo,
Frente al mundo
Pero me importa un comino
Con sus sales y pimientas
Porque el mundo me pertenece.
Sin duda que cuando te das cuenta del cuento
La vida adquiere otro sentido.
Porque estoy más allá de la luna y sus estrellas.
Más allá del sinsentido y del augurio.
Pero màs acá del otrocientos
Y sus sarmientos
Y sus cimientos
Y sus lamentos
Sus sacramentos
Mas acá del intento podrido pero nutriente
De los años ya idos
Silentes
Voy a buscarte en los desagües de las letrinas suburbanas
En la clara mansedumbre de los cauces contaminados
En el enjambre mosquiférico de los cadáveres olvidados
En el silencio musgoso de los pantanos ignorados
En el hedor profano de nuestro templo consagrado
En el dorado resplandor urbano.
Voy a encontrarte donde menos se piensa
Donde menos te extraño
Por ejemplo
En el cáliz profano de la misa inconclusa
En el pan consagrado de tu cuerpo anhelado
En las llagas y el rocío sobre tu vientre lascerado
En el ardor de tus pieces horadados
En vista de todo voy a declararte mi delirio mundano
Mi soliloquio extraño
La podredumbre de mi lascivia y sus encantos
El canto de la cantera y sus quebrantos
El gemido de sus llantos y sus espasmos
La dulzura de mi canto
Y al fin,
Si nos encontramos.
¿Somos o no somos?
Perejil o cilantro?