Nota(i)

Dominemos la tierra

de una vez por todas

En vez que ella nos domine

Con sus curvas horizontales

O sus vértices sinoidales.


He aquí el dilema.

O sea

Que tu

¿Creíste que sus ardiéntes palabras

Tenían constancia de eternidad?

Es que no sabes

Que el amor es sortilegio de ingenuidad.


No siempre es afuera

Como piensas desde adentro.

No tengo que explicarte como quema el frío

Ni cuan helado suele ser el infierno.


¿Qué màs tengo que ver para aprender

Como es que giran la tierra y sus universos?

Lo mejor de ti es tu sonriza

Y despues de eso

¿Qué?


Voy a ir a revisar la noche

A ver qué tan oscura está.

A ver si la luna

Embobada como suele

Se apodera de mis voluntades eternas.


A ver si el viento travieso

Se confunde en mis anhelos.

A ver si el firmamento enceguecido de estrellas

Obnubila con lágrimas de fuego mis ojos vacíos .


Y despues.

Mucho despues

Voy a hundirme en el abismo de mis sueños cumplidos.


El frío no es eterno

La ausencia no se ausenta

Los clamores se acrecientan.

La paz se hace incierta


No me veo a mi mismo .

Dormido o intentando dormir

En el vacío espacio de alguna playa desierta.

O en el acotado jergón para mi reservado del panteón familiar.


¿Qué más da?

Morir es como respirar

O soñar.

Y ambos son casi idénticos.

Excepto por los gusanos

Y el hedor a eternidad.


Poco importa si el Caronte tiene aspecto de ángel o demonio.

La belleza de ambos hace indiferente su indiferencia.

Tal cual el tenor de sus intenciones.

De ahí veremos cuan de veras lamentas del todo mi ausencia.


Yo estaré inerte, insensible, infecundo

Riéndo tu llanto

Llorando la pena de privarte por siempre de mi alegrīa

Y tu quedarás pensando en lo que pudo haber sido.

Y no te culpo ni condeno por ello.


Para mi seguiràs por siempre siendo un hecho incierto

Pues aún en tu compañía

Habría sido más significativa mi soledad.