tranquilo

(Notas 04)


Si es que es Mozart.

Nada de qué preocuparse, entonces.

Requiem o veintiuno.

Da lo mismo.

Solo Mozart sacude nuestra conciencia,

nuestra tierra y otros cielos

con la felonía de sus melodías.


Eres uno de estos.

O eres delosotros.

Lo importante es cuando definir,

si eres un niño, un hombre,

¿un anciano?

No importa la diferencia.

sino el instante y la tendencia

del tempo y la divagancia.


Recuerdo

cuando fue la última dicha del asombro.

Cuando la amistad dejó de ser muleta y suspensorio.

Cuando fue que el amor estuvo a ser demás

y fuiste capaz de sostenerte en tí mismo.

Cuando los mocos insistían en humectar

la comisura de tus labios

y el barbecho de tus intrigas.


Ahora,

Es que quieres estar

y nada podrīa detenerte.


¿A que edad ya eras un monstruo?

¿A que edad ya tenías todas las edades?

¿Cuando fué que, en fin, empezaste a clodoveiar?


Cuando tus caderas se hicieron juncos

al ventarrón de las marejadas.

Cuando mi lengua se convirtió en sargazo virulento.

Cuando la oreja de tu enemigo comenzó a enrojecer de ira.

Justo cuando era la era de la sinrazón

y la ignominia fecundaba

las mieses de los campos estériles.


Cansado ya de vanas invocaciones

he dado en determinar

el fin de toda tutela ancestral

y solo decir

que soy más que nada

un simple universo

ajeno a toda galaxia.


Afuera es noche

Y la niebla todo lo tiniebla.


Eres más hombre

Cuando enfrentas la afrenta

Y la conviertes en ofrenda.